¿Hay epidemia de piojos en el colegio o en la guardería de tu hijo? Los piojos no son peligrosos, pero resultan muy molestos y se contagian con muchísima facilidad. La prevención y un buen tratamiento son la mejor fórmula para combatirlos.
Estos parásitos se alimentan de la sangre que extraen y su picadura suele producir picor e inflamación, por lo que es muy corriente que el niño se pase el día rascándose.
Y el problema es que, a pesar de no ser peligrosos para la salud, ya que no transmiten enfermedades, son bastante difíciles de erradicar y se multiplican a gran velocidad. En sus 30 días de vida media, una hembra puede llegar a poner hasta 200 liendres, huevos de color blanquecino y muy pequeños (1 mm), que quedan adheridos al cabello, a unos 3 milímetros del cuero cabelludo. Y si no se eliminan, estas liendres se convierten en nuevos piojos. Además, aunque no saltan ni vuelan, sino que se desplazan andando, se contagian con una extraordinaria facilidad cuando los niños comparten ropa o accesorios o, simplemente, cuando juegan con las cabezas juntas.
Las niñas son más propensas a sufrirlos, pero no se debe a que lleven el cabello largo ya que los piojos no tienen preferencia por un tipo de cabello concreto. Les gustan tanto los largos como los cortos, los lisos como los rizados, los morenos como los rubios y pelirrojos... y los sucios como los limpios. Hay que abandonar la idea errónea que asocia piojos e higiene personal incorrecta. Sólo desde esta premisa se puede entender que la pediculosis es un problema global, que afecta a cualquier niño por encima de consideraciones de tipo cultural, social o económico.
Los tres pasos para combatir estos molestísimos parásitos son la prevención, el tratamiento adecuado y un eficaz mantenimiento. El proceso para llevar a cabo el tratamiento con un producto antipiojos es bastante similar en todos los casos:
Aplica el producto y deja que actúe el tiempo que esté indicado.
Lava bien la cabeza y aplica un suavizante. Después deja secar al aire en lugar de utilizar secador (el calor intenso reduce los efectos de ciertos componentes químicos).
COMIENZA EL PROCESO DE "BUSCA Y CAPTURA"
Los piojos son parásitos sin alas que se instalan en el cuero cabelludo de los seres humanos, sobre todo en el de niños de 3 a 12 años -se calcula que entre un 5% y un 14% de la población infantil sufre una pediculosis en algún momento a lo largo del año-.
En lugar de instalar una lámpara directa sobre la cabeza del niño es mejor que busques una ventana con luz natural y le coloques una pequeña toalla de color claro a la altura de sus hombros. Como se deberá quedar quieto durante un rato, dale un cuento o algún juego para que se entretenga. Divide el cabello en zonas, de arriba abajo, y ve deslizando la liendrera (un peine especial para este uso) por cada zona, comprobando que elimina las liendres y los piojos que encuentra a su paso.
EVITA QUE LOS PIOJOS VUELVAN
Tras realizar el tratamiento, presta atención a todo lo que ha estado en contacto con la cabeza de tu hijo, para evitar que los piojos regresen. Desinfecta peines, cepillos, lava la ropa y las sábanas a 55 ºC durante media hora.
En cuanto a los accesorios, los peluches y otros elementos que no puedas lavar, guárdalos bien cerrados en bolsas herméticas durante 10 días. Y no olvides que muchos de los productos recomiendan otra aplicación a la semana de utilizarlos.