lunes, 26 de marzo de 2012

ALERGIAS EN LOS RECIÉN NACIDOS


Aunque son poco frecuentes, de 0 a 6 meses se pueden exteriorizar cuadros de alergia que conviene tratar a tiempo y con precaución.

En las primeras semanas de nacido, el bebé pasa del ambiente cálido y protegido del útero a uno en el que su cuerpo comienza a tener contacto con una serie de sustancias que, en algunos casos, puede rechazar. Entre algunas de las causas de esto está la alimentación de la madre, la resequedad de la piel y la disposición genética.

En la primera semana, en los neonatos se puede presentar Eritema Tóxico. Una enfermedad alérgica caracterizada por lesiones cutáneas que se manifiestan como manchas rojas. Éstas con frecuencia tienen un puntico que contiene una vesícula o ampolla.

“Es muy común, aunque habitualmente pasa pronto y no hay necesidad de medicamentos. Sucede porque la piel del neonato no estaba preparada para salir a la intemperie y por eso se produce el fenómeno irritativo”

Otra manifestación alérgica es la Costra Láctea, representada por una especie de cera seca que se ubica en la fontanela anterior de la cabeza del recién nacido y normalmente aparece en los bebés que tienen dos semanas de vida. En la mayoría de los casos, la madre puede removerla con un poco de aceite que la ablanda y finalmente la desaparece. Sin embargo, cuando la costra es muy densa o permanece por más de dos semanas y hay antecedentes de alergia en la familia, se considera como el preámbulo a una alergia mayor, por lo que se aconseja consultar al pediatra.

Si además de tener la costra, hay un factor hereditario es probable que ese niño sea después alérgico por alimentos, rinitis o asma. Por eso, hay que insistir en la importancia de la lactancia como estrategia para disminuir la posibilidad de que esto pase. Ya que a través de ésta pasa la IgA la cual ayuda a proteger en algún grado la aparición de alergias, es necesario establecer una dieta materna libre de alimentos liberadores de histamina tales como los cítricos, chocolate, pescado, mariscos, huevo, enlatados, cerdo, colorantes artificiales rojos y amarillos, los cuales pueden inducir a diferentes tipos de alergias en el recién nacido no solamente ubicadas en piel, también pueden manifestarse en otros sistemas tales como el sistema digestivo presentando cólicos, buches y en el aparato respiratorio como rinitis, tos, asma, entre otros. 

DERMATITIS ALÉRGICA:

A los dos meses, ésta es una de las dolencias más comunes. Suelen padecerla aquellos infantes que tienen la piel seca y generalmente se hace visible en las mejillas y en los pliegues de la piel ante cubitales (parte interior de la articulación del codo) y las fosas poplíteas (detrás de las rodillas).

Puede llegar a ser muy molesta por el prurito (deseo de rascarse) que produce en el paciente y por el eccema atópico (afección de la piel caracterizada por una inflamación) del cual salen pequeñas cantidades de líquido que se pueden volver costras e infectarse fácilmente, en especial a través del germen estafilococo.

Al ser una enfermedad recurrente, es decir, que desaparece por un tiempo y luego surge de nuevo, los padres deben seguir unas recomendaciones generales en el cuidado de la piel, como no someter al bebé a baños prolongados y con agua demasiado caliente y utilizar jabones ácidos para respetar la acidez natural de la piel.

Si el neonato presenta una sintomatología como la anterior, se recomienda acudir a un pediatra especializado, quien decidirá si formula un antihistamínico para controlar el prurito; un antiinflamatorio para reducir la inflamación o un antibiótico en el caso de que exista 
infección. 

De igual forma, éste podrá hacer un estudio de alergia, a través del examen PRICK TEST, para determinar si el origen de la dermatitis se encuentra en el consumo de algún alimento específico por parte de la madre, del cual se sospeche que pueda estar generando la alergia al pasar por medio de la leche materna al niño. 

Alergias por Alimentos:

En los neonatos alimentados con seno, la mayoría de las alergias se derivan de la comida que la madre ingiere. De presentarse, lo más frecuente es que se desencadene por los componentes de la leche de vaca, el trigo, el huevo, el maní, los mariscos y el pescado, aunque esto solo puede diagnosticarse con el examen PRICK TEST, que descarta o confirma la reacción alérgica a cada alimento por separado.

Es necesario definir que no todas las madres deben seguir una dieta rigurosa para evitar alergias en sus hijos, pues primero se debe averiguar si existen antecedentes alérgicos en la familia, ya que es una causa importante en el desempeño de las alteraciones.

En cualquier caso, y aunque la alergia se produzca a través de la lactancia, no por eso hay que suspenderla, salvo absoluta indicación médica, sino mejorar la forma en que se alimenta la progenitora, en el sentido de que procure no ingerir aquellos alimentos que le producen alergia al bebé.

Sin embargo, siempre es aconsejable que la alimentación de la madre sea supervisada y orientada por un médico nutricionista, quien eliminará temporalmente la comida de la cual se sospeche y así analizar la evolución del neonato.

Las molestias de este tipo generalmente se manifiestan a través de los siguientes síntomas: distensión abdominal, diarrea, vómito, sangrado en las heces, estreñimiento (es decir, con problemas digestivos), dificultades respiratorias como el asma o erupciones en la piel, como la dermatitis atópica.

No se debe confundir intolerancia o hipersensibilidad con reacción alérgica. “Para que sea alergia, es necesario que el sistema inmunológico intervenga”.

PRECAUCIONES:

Se recomienda tener una alimentación balanceada y evitar comer demasiado de un mismo alimento. 

Fumar predispone las alergias de los neonatos. Es peligroso, no solo que fume la madre, sino también el padre.

Las mascotas no constituyen un factor de riesgo, siempre y cuando el niño esté acostumbrado a su presencia desde el nacimiento.

Los ambientadores, inciensos y productos de limpieza fuertes deben usarse lo más mínimo posible para no generar una irritación en las vías respiratorias del pequeño.

Es clave aspirar tres veces a la semana, especialmente en aquellas casas que tengan tapete, dónde los ácaros del polvo pueden hacer de las suyas.

Se recomienda ponerle un protector al colchón y lavarlo con frecuencia. No sacudir el polvo para limpiar se deberá pasar paños húmedos, ya que al sacudir este permanece en el ambiente por un periodo de siete días, desde el momento en que lo realizamos. 

Prevención contra la Pañalitis:

Al cambiarle el pañal, retire adecuadamente la orina y los excrementos.

Mantenga el área del pañal limpio y seco y aplique alguna de las cremas lubricantes que se usan para el cuidado de la cola del bebé.

Cámbielo cada vez que se ensucie y báñelo con agua tibia.

No use talcos, ya que pueden afectar el sistema respiratorio del infante. Es preferible usar polvos para evitar resequedad en el área del pañal cuando exista enrojecimiento.

Si hay enrojecimiento, ampollas o lesiones que supuren, llévelo al pediatra.

No emplee remedios caseros o cremas con corticoides que pueden aumentar la infección y poner en riesgo al niño.

Dra. Gabriela Guerra Khliefat
Puericultura-Pediatría
Inmunologia-Alergologia
gabrielagk@hotmail.com

miércoles, 7 de marzo de 2012

Estimulación para los bebés: a partir de 5 meses


Los padres juegan un papel fundamental en el desarrollo de sus hijos. El vínculo afectivo que los une, es un motor importantísimo para contribuir a la estimulación del bebé y así, lograr formar una persona con capacidad de aprendizaje, sociable, seguro de sí mismo y muy afectuoso. 


No olvidemos que la estimulación no es más que una acercamiento simple y directo a nuestro hijo, que lo ayuda a desarrollarse de manera completa y aprovechando todas sus capacidades. No importa si tiene horas de vida, la estimulación debe comenzar, incluso, desde antes del nacimiento y durar toda la vida. 

Estas sencillas indicaciones mes a mes, ayudarán en la estimulación de tu bebé para que pueda crecer sano y sobre todo feliz. 

A los 5 meses les encanta chapotear en el agua, su concentración es mayor y dedica más tiempo a observar diferentes objetos. Les agrada mirarse al espejo y sonreír cuando lo hacen. Mueven mucho los brazos y piernas para llamar la atención. 

A esa edad los bebés comienzan a diferenciar mejor los sonidos, por lo que hay que ampliar su espectro de música y canciones. 

Cada vez que una persona se acerque a tu pequeño, preséntala por su nombre, de a poco las irá reconociendo y asociando con sus nombres. 

Continúe jugando a las escondidas, pero ahora no solo oculte su cara, sino objetos, el los encontrará aunque deba hacer varios intentos. 

A continuación algunos juegos de estimulación: 


BOTES EN LA CAMA 

Finalidad: animar a reírse al bebé y desarrollar el sentido del equilibrio de este. 

Realización: colocar al bebé de espalda en la cama e inclinarse sobre él, poniendo las palmas de las manos planas sobre la cama a cada lado de la cabeza del bebé o a la altura de su pecho. 

Entonces: 

1- Dé a la cama una serie de pequeños botes con sus manos. No demasiados fuertes al principio para no asustarle 

2- Tan pronto como el bebé comience a divertirse, hágalos más fuertes hasta que salte en el aire separándose levemente de la cama. 


BESOS DE ESQUIMAL 

Finalidad: dar al bebé un contacto más próximo con una cara amiga. Continuar su concienciación de las partes de su cuerpo. 

Realización: tienda al bebé de espaldas mientras usted se inclina sobre él, o puede sostenerle frente a usted estando sentada o de pie. 

Entonces: 

1- Acerque su cara al bebé y dele seguidamente un beso sonoro sobre su mejilla o cuello. 

2- Luego dígale que le dará un beso de ESQUIMAL, acerque su cara y frote su nariz contra la de él, esto corrientemente produce una risa ahogada en el bebé. Este deberá repetirse de 2 a 4 veces seguidas. 


Dra. Gabriela Guerra Khliefat 
Pediatra 
Inmunología-Alergología