La naturaleza sabe lo que hace, así es que esta baja de leche materna se debe a que tu cuerpo se está ajustando a las necesidades y el creciente de tu bebé. Por si acaso, el tamaño de los senos no tiene nada que ver con la cantidad de leche. La cantidad necesaria para tu bebé depende de su demanda, tu cuerpo por si mismo se ajustará a ella.
Un indicador de que el bebé está recibiendo suficiente leche materna es su aumento de peso. Aunque los recién nacidos tienden a perder un poco de peso durante los primeros días después del parto, luego empiezan a subir de peso. Si esto no ocurre, llévalo al pediatra.
Otros signos de una buena lactancia son: el aspecto saludable del bebé, el vaciado completo de los senos (se sienten suaves), y el cambio de pañales entre 5 y 8 veces al día.
Para aumentar la producción de leche materna es fundamental que lleves una buena alimentación. Nada de dietas durante la lactancia materna. Come alimentos variados para obtener los nutrientes necesarios para producir abundante leche, y bebe abundante agua. Evita el café.
Descansa. Sé que es difícil lograrlo con el bebé llorando a cada rato, pero el descanso permitirá que tus senos estén al tope de leche. El estrés y la fatiga contribuyen a la reducción de leche materna.
Respecto al bebé, deja que mame cuanto quiera y ofrécele ambos senos en cada toma. Si sobra leche, trata de extraerla con un sacaleches para estimular tus senos y por tanto, la producción de leche.
Después de cada toma haz eructar al bebé, esto le quitará la “llenura” del estómago y pueda estar listo para otra toma.
Fuente: http://www.bebes.net
MUY BUENA LA INFORMACIÓN. GRACIAS
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