jueves, 3 de marzo de 2011

Llegó la hora de volver a trabajar


Pros y contras de cada opción
Tuviste a tu bebé. Aprendiste a alimentarlo, a conocerlo, a sacarle los cólicos e incluso te diste el lujo de dormir alguna que otra siesta con él. De repente, una angustia te aqueja: se acerca el día en que debes regresar a trabajar. Y con tu permiso de maternidad se acaba el cuidado full time de tu bebé. ¿Quién cuidará a tu pequeño? ¿Cuáles son las opciones con las que cuentas? Pros y contras.

Una decisión complicada

Es importante analizar todas las posibilidades durante el embarazo, y no cuando falte una semana para regresar a trabajar. También es importante que ambos miembros de la pareja estén de acuerdo en la alternativa elegida, tomando en cuenta los pros y contras de cada una y las posibilidades económicas de la familia.

¿Está bien que deje a mi bebé con otra persona? ¿Seré egoísta al querer volver a trabajar? Todas las madres hemos pensado en algún momento en dejar todo y dedicarnos de lleno a nuestro bebé. Algunas pueden hacerlo y lo disfrutan, oras no tienen más remedio que salir a trabajar y las hay también quienes dejan de trabajar y luego descubren que se sienten vacías sin su carrera.

Cualquiera fuera tu situación, recuerda que todas las mujeres son diferentes y deben descubrir y respetar sus necesidades para no sentirse frustradas. No es fácil armonizar la imagen de buena madre y trabajadora al mismo tiempo.

Los abuelos: un lujo

Una de las primeras opciones que surgen al pensar en quién cuidará al bebé cuando la mamá vuelva a trabajar son los abuelos o familiares directos. Años atrás, cuando la inserción de la mujer en el campo laboral no era tan importante, muchas abuelas disponían del tiempo de cuidar a sus nietos. En ese caso, la única preocupación que manejaban los padres del pequeño era si el niño corría peligro de volverse un malcriado por ser demasiado mimado por su abuela. Hoy en día, muchas abuelas trabajan y si se dedican a cuidar a los nietos pierden la posibilidad de ese ingreso.
Las ventajas de esta situación son importantes: los padres están sumamente tranquilos, seguros y el bebé logra construir una relación estable y amorosa con una persona de la familia, que además de cuidarlo y velar por su seguridad, lo amará profundamente. La flexibilidad de horarios es otra ventaja, ya que los abuelos no tendrán problema si los papás se retrasan en el trabajo o si surge algún imprevisto. Por otro lado el costo económico también es menor que el de una guardería, a veces ninguno, a veces similar, pero no habrá necesidad de desequilibrar el presupuesto familiar.

Las desventajas a tener en cuenta si al niño lo cuidarán sus abuelos es que deben asumir un compromiso a largo plazo, que no puede cancelarse así nomás, que no se trata de una responsabilidad de una tarde sino de un compromiso que asumen durante un tiempo prolongado.

Es importante que los abuelos sean conscientes de este compromiso, que puedan disfrutar de esta posibilidad sin sentirse frustrados y sin tener que resignar sus propios proyectos. Otra desventaja es que al pasar tanto tiempo con el niño, los abuelos se sientan con derecho a tomar decisiones por sí mismos respecto al pequeño. Esto puede traer conflictos con los padres que pueden tornarse muy complicados de resolver.



La Niñera


Elegir una niñera no es tarea fácil. Dado que formará parte de la crianza del niño, es importante que sea una persona con sentido común, que sepa de niños, que les guste interactuar con ellos y sobre todo, que comparta ciertos criterios con los padres.

Si encuentras una persona que merezca tu confianza, con buenas referencias, con experiencia en trabajo con niños y que te caiga bien, puedes ofrecerle un período de prueba de interacción con el niño mientras todavía estés en tu casa.

Las ventajas de una niñera son muchas: el niño se queda en casa, con sus juguetes, su cama y sus cosas y goza de atención total y personalizada de un adulto. Si se trata de una persona especializada, le dará mucha estimulación al niño, tiempo de calidad y cuidados profesionales. Al quedarse en su casa, el bebé no se expone a los cambios climáticos, a los microbios de otros niños y no hay que trasladarlo de un lugar a otro, lo cual siempre implica un riesgo.

Además, si la niñera es afectuosa, puede armar un buen vínculo con ella.
Pero también hay desventajas: en general la más importante es el precio. Tener una persona con dedicación exclusiva es caro. Otro problema es que si la niñera se enferma o deja el empleo, no hay reemplazo automático como sucede en una guardería. Otra desventaja es que si la niñera convive con la familia, pueden surgir conflictos cotidianos que deterioren la relación.

Encontrar una buena niñera te llevará tiempo (calcula unos dos meses), y debes empezar por saber dónde buscarla. Puedes pedir recomendaciones a otras madres, al pediatra, a vecinos, maestras, agencias profesionales, hospitales y hasta anuncios en el periódico. Siempre pídele referencias de trabajos anteriores y personas que la conozcan profesionalmente.

Arma una lista de posibles candidatas y pídeles sus datos, experiencia, certificado de salud y referencias. Con las que cumplan los requisitos, planifica una entrevista personal, que resultará clave para que encuentres tu niñera, la que responda a tus necesidades y te dé la seguridad suficiente como para dejarle a tu hijo.
La guardería

A la hora de elegir un jardín maternal o guardería lo primero es asegurarse que cumpla con todos los requisitos legales, de higiene y seguridad. Debes fijarte que sea un lugar amplio, con luz natural, con una decoración alegre y que esté atendido por profesionales idóneos, especializados en el cuidado de bebés y en lo posible, que cuenten con entrenamiento en primeros auxilios y emergencias.

Los bebés deben estar agrupados por edades y formar parte de grupos reducidos. Muchas guarderías tienen una persona cada tres bebés.

Otra cosa que debes observar es la dinámica de la salida y la entrada. Asegurarte que sólo puedan retirar a tu hijo las personas autorizadas y que la salida y la entrada no sean caóticas.
En conclusión, no existe una opción perfecta. Lo ideal es que cada pareja las analice todas y decida cuál es la que mejor se adapta a sus necesidades y posibilidades. Y no te preocupes, recuerda que no es tan importante cuantas horas pasas con tu hijo sino que el tiempo que estés con él, sea pleno. Calidad y cantidad se complementan si se dan dentro de un escenario en equilibrio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario